¿como se trata la delgadez?
La mayoría de las veces se tratan toda clase de temas relacionados con la obesidad y el sobrepeso, sus causas y tratamiento, pero también creemos necesario escribir acerca de la delgadez, aspecto que presenta una persona cuando su peso corporal es inferior al que le correspondería según su edad, sexo y talla.
La delgadez puede ser tanto constitucional o sintomática. La delgadez constitucional existe desde la infancia y suele ser hereditaria, se presenta cuando existe una falta de células grasas o adipositos en el organismo, en cambio la delgadez sintomática se produce cuando existe una reducción del contenido de grasas de esas células adiposas. Este proceso de reducción puede darse por carencia de apetito, por falta de alimentos, o por padecer ciertas enfermedades que impidan deglutir los alimentos o absorber los nutrientes presentes en los alimentos. Enfermedades como el cáncer, el sida, otras patologías infecciosas y las quemaduras, etc., generan adelgazamiento.
Según sea el caso, la delgadez puede estar acompañada por una masa muscular adecuada y alta estatura, o por el contrario puede presentarse con un bajo desarrollo muscular que deje ver relieves óseos, a lo que se le suma en la mayoría de los casos debilidad, agotamiento y cansancio, tensión arterial baja o descompensada, palpitaciones y un descenso de los valores de glucemia en sangre.
Cuando la delgadez esta causada por alguna enfermedad, el tratamiento será justamente atender esa dolencia causante del adelgazamiento, pero si la persona siendo delgada, esta sana y no presenta patologías asociadas, la manera de enfrentarse a la delgadez será mediante la ingesta de una dieta rica en calorías, disminuyendo el gasto energético y en el caso que un profesional de la salud lo indique mediante la administración de medicamentos que estimulen el apetito.
Al nombrar la necesaria ingesta de una dieta hipercalórica, debemos aclarar que esa dieta debe seguir siendo nutritivamente equilibrada, puesto que no es conveniente aumentar las calorías a expensas de alimentos muy grasos o muy azucarados. Esto a su vez podría desencadenar la aparición de otro tipo de enfermedades, por lo cual, la alimentación debe estar siempre supervisada por un profesional.
La realidad en estos casos, es que las personas delgadas por naturaleza logran aumentar algo de peso tras una alimentación alta en calorías. También en muchos casos, lamentablemente, estos kilos también se pierden con gran facilidad. Entonces siempre que la persona este con un buen estado de salud en general, este tipo de delgadez no debe ser motivo de preocupación. Siempre que la persona delgada desee aumentar de peso y verse mejor físicamente será conveniente comenzar con una dieta que contenga entre 1800 a 2500 Kcal./día, e ir aumentando de manera progresiva las kilocalorias hasta llegar a unas 4000/4500 Kcal./día.
La alimentación estará compuesta de manera tal que con poco volumen de comida se obtengan muchas calorías. Es decir, alimentos energéticos tales como los frutos secos, la miel, los aceites y las féculas enriquecerán a los cereales, las legumbres, las pastas y al arroz, etc. También alimentos proteicos como carnes, huevos y lácteos serán importantísimos para poder aumentar la masa muscular. Por otro lado las frutas y verduras serán indispensables ya que aportan vitaminas y minerales y a su vez evitan el estreñimiento por ser ricos en fibra.
Con respecto al ejercicio físico, siempre debe realizarse. Practicar un deporte es beneficioso para la salud y en el caso de las personas delgadas el entrenamiento debe ser moderado, nunca violento o de competición. Los beneficios de la práctica de ejercicio deben aprovecharse, ya que aumenta el apetito y desarrolla la masa muscular.
Repetimos que cuando la delgadez es constitucional el organismo tiene poca capacidad para engordar, ya que la persona posee pocas células grasas en su cuerpo, y que no suele estar acompañada de patologías o enfermedades asociadas. En cambio, cuando esa delgadez esta provocada por ciertos cánones equivocados de belleza y aceptación social, esta siempre seguida de ciertas alteraciones en el organismo generadas por la falta de apetito provocado, lo cual debe solucionarse bajo tratamiento medico y psiquiátrico.
La delgadez puede ser tanto constitucional o sintomática. La delgadez constitucional existe desde la infancia y suele ser hereditaria, se presenta cuando existe una falta de células grasas o adipositos en el organismo, en cambio la delgadez sintomática se produce cuando existe una reducción del contenido de grasas de esas células adiposas. Este proceso de reducción puede darse por carencia de apetito, por falta de alimentos, o por padecer ciertas enfermedades que impidan deglutir los alimentos o absorber los nutrientes presentes en los alimentos. Enfermedades como el cáncer, el sida, otras patologías infecciosas y las quemaduras, etc., generan adelgazamiento.
Según sea el caso, la delgadez puede estar acompañada por una masa muscular adecuada y alta estatura, o por el contrario puede presentarse con un bajo desarrollo muscular que deje ver relieves óseos, a lo que se le suma en la mayoría de los casos debilidad, agotamiento y cansancio, tensión arterial baja o descompensada, palpitaciones y un descenso de los valores de glucemia en sangre.
Cuando la delgadez esta causada por alguna enfermedad, el tratamiento será justamente atender esa dolencia causante del adelgazamiento, pero si la persona siendo delgada, esta sana y no presenta patologías asociadas, la manera de enfrentarse a la delgadez será mediante la ingesta de una dieta rica en calorías, disminuyendo el gasto energético y en el caso que un profesional de la salud lo indique mediante la administración de medicamentos que estimulen el apetito.
Al nombrar la necesaria ingesta de una dieta hipercalórica, debemos aclarar que esa dieta debe seguir siendo nutritivamente equilibrada, puesto que no es conveniente aumentar las calorías a expensas de alimentos muy grasos o muy azucarados. Esto a su vez podría desencadenar la aparición de otro tipo de enfermedades, por lo cual, la alimentación debe estar siempre supervisada por un profesional.
La realidad en estos casos, es que las personas delgadas por naturaleza logran aumentar algo de peso tras una alimentación alta en calorías. También en muchos casos, lamentablemente, estos kilos también se pierden con gran facilidad. Entonces siempre que la persona este con un buen estado de salud en general, este tipo de delgadez no debe ser motivo de preocupación. Siempre que la persona delgada desee aumentar de peso y verse mejor físicamente será conveniente comenzar con una dieta que contenga entre 1800 a 2500 Kcal./día, e ir aumentando de manera progresiva las kilocalorias hasta llegar a unas 4000/4500 Kcal./día.
La alimentación estará compuesta de manera tal que con poco volumen de comida se obtengan muchas calorías. Es decir, alimentos energéticos tales como los frutos secos, la miel, los aceites y las féculas enriquecerán a los cereales, las legumbres, las pastas y al arroz, etc. También alimentos proteicos como carnes, huevos y lácteos serán importantísimos para poder aumentar la masa muscular. Por otro lado las frutas y verduras serán indispensables ya que aportan vitaminas y minerales y a su vez evitan el estreñimiento por ser ricos en fibra.
Con respecto al ejercicio físico, siempre debe realizarse. Practicar un deporte es beneficioso para la salud y en el caso de las personas delgadas el entrenamiento debe ser moderado, nunca violento o de competición. Los beneficios de la práctica de ejercicio deben aprovecharse, ya que aumenta el apetito y desarrolla la masa muscular.
Repetimos que cuando la delgadez es constitucional el organismo tiene poca capacidad para engordar, ya que la persona posee pocas células grasas en su cuerpo, y que no suele estar acompañada de patologías o enfermedades asociadas. En cambio, cuando esa delgadez esta provocada por ciertos cánones equivocados de belleza y aceptación social, esta siempre seguida de ciertas alteraciones en el organismo generadas por la falta de apetito provocado, lo cual debe solucionarse bajo tratamiento medico y psiquiátrico.